Euclides Gutiérrez Félix y Leopoldo Espaillat NanitaEl historiador Euclides Gutiérrez Félix y el dirigente político Leopoldo Espaillat Nanita coincidieron en señalar que sobre los acontecimientos de la Guerra de Abril del 1965 hay “mentirosos patológicos” que quieren confundir para desvirtuar la realidad histórica y de los verdaderos protagonistas de esa epopeya cuyo merecido triunfo es del pueblo dominicano que le dio su origen.

Gutiérrez Félix y Leopoldo Espaillat Nanita se expresaron en esos términos en la puesta en circulación de libro “Mis Memorias: Rafael Molina Ureña”, de la autoria de Espaillat Nanita, en un acto celebrado en Cuesta Centro del Libro ante la presencia de la Viuda del Molina Ureña y de dirigentes políticos, revolucionarios, escritores, historiadores, intelectuales y ex combatientes militares y constitucionalistas.

Al presentar la obra, el doctor Gutiérrez Félix la calificó como un aporte testimonial extraordinario a la historia contemporánea del pueblo dominicano, sobre el acontecimiento más importante del siglo XX de Hispanoamérica,  un hecho dramático que se convirtió en un episodio de carácter internacional, gracias a la denuncia hecha por Jottyn Cury ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Señaló que el autor de la obra, Leopoldo Espaillat Nanita, es la figura mas autorizada, ya que fue el asistente de Rafael Molina Ureña, a quien consideró como el jefe civil y político en territorio dominicano que encabezó y organizó ese movimiento, junto al Coronel Rafael Fernández Domínguez, quien fuera el ideólogo militar, ambos autorizados por el profesor Juan Bosch para llevar a cabo el movimiento constitucionalista.

Gutiérrez Félix lamentó que haya historiadores que engañan, mienten, inventan y promueven otros personajes, relegando el valor y la heroicidad de los verdaderosprotagonistas de esa epopeya hermosa, que costó tanta sangre y dolor al pueblo dominicano.

De su parte, Leopoldo Espaillat Nanita, leyó el prólogo de la obra, en la que aseguró que Rafael Molina Ureña es injustamente vilipendiado, despojado de su rol histórico como presidente provisional en armas del gobierno constitucionalista de 1965.

“La circunstancia única que se dio en 1965 fue que todos los sectores procuraron desplazar del poder al Triunvirato, incluso el grupo de militares que desplazó a Bosch del poder en 1963”, aseguró el escritor.

Lamentó que se otorguen acciones a dirigentes políticos basada en las mentiras, mencionando el caso del doctor José Francisco Peña Gómez y su verdadero rol en esa contienda. “Peña Gómez no perdonó nunca a Molina Ureña y tampoco a Bosch, que lo dejaran fuera del complot que creó el Movimiento Constitucionalista, cosa que se enteró luego que explotó el levantamiento armado”, aseguró Espaillat Nanita.