NACIONES UNIDAS. En la primera prueba internacional para su estrategia con respecto al cambio climático, el presidente Barack Obama presionó el martes a los líderes mundiales para que sigan el ejemplo de Estados Unidos sobre el tema, a pesar de que una cumbre de la ONU reveló los múltiples obstáculos que aún se interponen en el camino de acuerdos más amplios para reducir la contaminación que atrapa el calor.
“Estados Unidos ha hecho inversiones ambiciosas en energía limpia y reducciones ambiciosas de las emisiones de carbono”, dijo Obama. “Hoy hago un llamado a todos los países a unirse a nosotros, no el año que viene o el año siguiente, sino ahora mismo. Porque ninguna nación puede hacer frente sola a esta amenaza mundial”.
Pero ninguna de las promesas que se hicieron en la reunión del martes fue vinculante. La reunión más grande de dirigentes mundiales para analizar el clima fue diseñada para sentar las bases de un nuevo tratado global sobre el cambio climático. También reveló las profundas diferencias que dividen a los países sobre cuestiones como la deforestación, la contaminación por carbono y las fugas de metano procedentes de la producción de petróleo y gas:
— Brasil, hogar de la selva amazónica, dijo que no firmaría un compromiso para detener la deforestación para el año 2030.
— Estados Unidos decidió no unirse a 73 países para apoyar un precio sobre el carbono, algo que el Congreso ha indicado que rechazaría.
— Y minutos después de que Obama dijo que nadie podía evadir la responsabilidad, el viceprimer ministro chino Zhang Gaoli insistió en que el mundo trata de un modo distinto a los países en desarrollo, incluida China, que a los países desarrollados, a los que se les permite liberar más contaminación que atrapa el calor. China, el país que más contaminación por carbono genera en el mundo, firmó en apoyo de fijar precios para este gas y se comprometió a detener el aumento de las emisiones de dióxido de carbono tan pronto como sea posible.
“Hoy tenemos que poner al mundo en un nuevo trayecto”, dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, quien añadió que fijar precios para el carbono es crucial. “El cambio climático es la cuestión definitoria de nuestra era. Está definiendo nuestro presente. Nuestra respuesta definirá nuestro futuro”.
En cierto modo, la cumbre, que fue parte de la Asamblea General anual de la ONU, respondió a esa llamada.
La Unión Europea dijo que sus países miembros prevén aprobar el próximo mes un plan que reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero a 40% por debajo de los niveles de 1990 para el año 2030. La UE también instó a usar energía renovable para el 27% de las necesidades energéticas del bloque y aumentar la eficiencia energética en un 30%.
Estados Unidos no dará a conocer sus nuevos objetivos de emisiones hasta principios del próximo año.
“No hubo muchas sorpresas”, dijo Connie Hedegaard, la funcionaria del clima de más alto rango para la Comisión Europea, en referencia al discurso de Obama.
Hedegaard añadió que los límites sobre el carbono de las centrales eléctricas, los primeros de su tipo, propuestos por Obama en junio, eran “una buena señal, pero después de hoy todavía tendremos que esperar hasta el primer trimestre de 2015 para ver qué tan ambicioso será Estados Unidos”.