PESHAWAR, Pakistán. Al menos siete personas murieron el jueves, según la policía, cuando una bomba destrozó un minibús en el noroeste de Pakistán.
El atentado, que se produjo a las afueras de Peshawar, capital de la provincia de Jyber-Pajtunjwa, también hirió a cuatro personas, indicó el oficial de policía Shafqat Malik.
La bomba parecía haber estallado bajo un asiento del autobús, señaló, y la policía está investigando el atentado. Malik declinó especular sobre quién podría ser responsable del atentado, que describió como “un acto de terrorismo”.
“Los que orquestaron el ataque no quedarán impunes”, dijo.
Nadie reclamó en un primer momento la autoría del ataque, que se produjo mientras el ejército paquistaní libra una gran ofensiva contra los talibanes y milicianos extranjeros en la región tribal de Waziristán del Norte, cerca de Afganistán.
El Ejército dijo que los milicianos llevan huyendo desde el lanzamiento de la operación en junio, que también ha desplazado a unas 800.000 personas. La mayoría de los desplazados vive con familiares o en campamentos en el noroeste del país.
