WASHINGTON/GINEBRA. Estados Unidos anunció este martes que enviará 3.000 soldados para ayudar a combatir el brote de ébola, como parte de una respuesta que incluye un gran despliegue en Liberia, el país donde la epidemia está saliéndose más rápidamente de control.
La respuesta estadounidense a la crisis, que será revelada más tarde por el presidente Barack Obama, incluye planes para construir 17 centros de tratamiento, entrenar a miles de trabajadores de la salud y establecer un centro de control militar para coordinar los esfuerzos, dijeron funcionarios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que necesita equipos médicos extranjeros con 500-600 expertos, así como al menos 10.000 trabajadores sanitarios locales, cifras que podrían aumentar si se incrementan los casos, como se espera que suceda.
Hasta el momento, Cuba y China han dicho que enviarán médicos a Sierra Leona. La Habana desplegará 165 personas en octubre, mientras que Pekín está enviando un laboratorio móvil con 59 expertos para acelerar los análisis de la enfermedad. Ya tiene 115 personas y un hospital financiado por China allí.
Pero Liberia es donde la enfermedad parece estar saliéndose más de control. La OMS no ha emitido ninguna estimación de casos o muertes en el país desde el 5 de septiembre y su directora general Margaret Chan ha dicho que no hay ni una sola cama disponible para pacientes de ébola allí.
Liberia, una nación fundada por descendientes de esclavos estadounidenses, pidió ayuda a Estados Unidos la semana pasada.
Un funcionario de Naciones Unidas en el país dijo el viernes que sus colegas habían pedido a los residentes que usaran bolsas plásticas para protegerse del virus letal.
Médicos Sin Fronteras (MSF), la organización benéfica que ha estado liderando la lucha contra el ébola, dijo que estaba sobrepasada y repitió sus llamados a un despliegue inmediato y masivo.
“Estamos honestamente desconcertados sobre cómo una única ONG privada está proveyendo la mayor parte de las unidades de aislamiento y camas”, dijo la presidenta de MSF Internacional, Joanne Liu, en un discurso ante la ONU en Ginebra.
“Personas muy contagiosas son forzadas a regresar a sus casas, sólo para infectar a otras y continuar la propagación de este virus mortal. Todo por falta de respuesta internacional”, agregó.