LIMA. Sus ojos son dos linternas, su cuerpo un envase de plástico y su cabeza una radio antigua. Así es Kipi, una robot ecologista hecha con chatarra reciclada que recorre a caballo los Andes peruanos con su creador, un joven profesor al que ayuda
JERUSALÉN. Un estudio de una universidad israelí reveló que tocar a un pequeño robot japonés mullido y con forma de foca reduce el dolor y aumenta la felicidad. Para sorpresa de los científicos la investigación también mostró que el contacto con el peluche
Planchar y doblar la ropa se realiza con mayor rapidez gracias a una máquina modelo renovado de FoldiMate, la que realiza estas funciones, además de perfumar la ropa, en no más de cuatro segundo. El dispositivo, que se dio a conocer durante la feria