Cuarenta y cinco minutos después de las 21:00 horas empiezan a chiflar en el Auditorio Telmex. El público está impaciente por ver al “Potrillo”; el boleto dice que el show debió empezar hacía tres cuartos de hora.
Hubo quienes llegaron desde antes. Parejas, grupos de amigas y amigos, familias y algunos jóvenes fueron ocupando las butacas del recinto casi en su totalidad.
A las 22:00 horas la espera termina cuando en una pantalla aparece la imagen de Alejandro Fernández tocando una computadora. En pocos segundos los fans pasan de la desesperación al entusiasmo, de los silbidos al vitoreo.
El cantante tapatío sale al escenario acompañado de nueve músicos y tres coristas. Impecable —vestido de traje y con el cabello peinado para atrás— se presentó ante los asistentes. “Es un placer estar aquí en mi ciudad, con mis amigos, mi familia, con ustedes”.
Tras la presentación interpretó el tema ’’Cuando digo tu nombre’’, el cual dedicó a quienes piensan todavía en el amor que se fue.
“Le ofrecí cada día y cada noche, el alma y el corazón” empezó a cantar “El Potrillo” cuando el público lo interrumpió al entonar al unísono “¿Qué voy a hacer sin su amor?”.
“¡Ay mujeres, cómo duelen, porque habemos hombres que no podemos estar con una sola mujer pero tampoco sabemos vivir sin ellas!”, dijo Alejandro cuando terminó la canción.
Después, el momento más emotivo corrió a cargo de Camila, hija del “Potrillo”, quien cantó a dueto con Alejandro la parte que le toca a Christina Aguilera en el tema ’’Hoy tengo ganas de ti’’.
“Gracias Guadalajara” dijo la joven al finalizar y recibir un abrazo caluroso de su padre.
El tapatío siguió el romántico concierto con canciones como ’’Te voy a perder’’, ’’Canta corazón’’, ’’Se me va la voz’’ y ’’Me dediqué a perderte’’.