La construcción de dos plantas a carbón de 769,8 megavatios en la Central Termoeléctrica Punta Catalina Bani, con la que el gobierno percibe abaratar el precio del kilovatio-hora, tiene dividido a expertos en energía, defensores del medio ambiente y de tratados internacionales.
Las divergencias giran en torno a daños al medio ambiente con la emisión de dióxido de carbono, violación a leyes y acuerdos internacionales, así como el alto costo que tendría para el Estado construir dos plantas a carbón calculadas en más de $RD2,000 millones.
Mientras el exdiputado y funcionario de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Carlos Peña, considera que la construcción de dos plantas a carbón impactará de manera directa en la reducción del precio del monómico del kilovatio-hora en un 50 por ciento, el profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Félix Almonte Jiménez, entiende que el problema eléctrico dominicano no es de generación de energía, sino más bien de cobro y deficiencia del servicio.
Entrevistados por separado, Peña explicó que el precio actual de generación del kilovatio-hora es de 20 centavos de dólares, mientras que con las plantas a carbón esta cifra se reduciría a $US10 centavos.
“La matriz energética dominicana está compuesta lamentablemente por combustibles bastantes caros, que es el fluoil números 2 y 6, que superan los 20 centavos de dólares, en cambio, los kilovatios-hora producidos por las plantas a carbón son más económicos, por lo que impactaría en la reducción del subsidio eléctrico, que en la actualidad alcanza los $US1,400 millones’’, apuntó.
Agregó que este proyecto representa riesgos para los empresarios privados que monopolizan el sector eléctrico dominicano, y que reciben múltiples ganancias producto de los altos precios en que venden los servicios.
“Los empresarios privados que tienen hegemonía en el sistema eléctrico tendrán que ir a un proceso de licitación, por lo que se verán obligados a vender a precios competitivos, que estén acorde a los de las plantas a carbón ”, puntualizó.
Sin embargo, Almonte Jiménez, afirmó que el proyecto de las plantas a carbón no tendrá lugar, porque República Dominicana firmó el protocolo de Kioto, que prohíbe la instalación de cualquier sistema que despida dióxido o monóxido de carbón.
“Hay un conjunto de problemas que impiden la instalación de estas plantas, primero, son altamente contaminantes del medio ambiente, segundo, son extremadamente costosas, y tercero, no resuelven el problema eléctrico del país”, argumentó.
Dijo que existen precedentes de proyectos que han fracasados, como el de Chile, donde se instalaron varias plantas a carbón, que hasta el momento no han podido entrar en funcionamiento, debido a que la población se opone por temor a contraer enfermedades respiratorias.
“En España también hay un precedente funesto, donde se pudo contactar que la emisión de dióxido y monóxido de carbón, produjeron la muerte de 20 mil personas por enfermedades del área respiratoria”, añadió.
El también comunicador, considera que República Dominicana no tiene 3,500 millones de dólares, que asegura costaría el proyecto, y recordó que el protocolo de Kioto prohíbe a bancos internacionales, prestar dinero a países que tengan el propósito de construir obras que afecten al medio ambiente.
De su lado, Carlos Peña dijo que las nuevas plantas tendrán integrado un sistema de filtros de alta tecnología, que se encargarán de mitigar cualquier elemento contaminante al medio ambiente, a fin de evitar enfermedades que pudieran afectar a la población.
Soluciones al problema.
Aunque el exfuncionario de la CDEEE, Carlos Peña, sostiene que las plantas a carbón solucionarían el problema eléctico del país, lo que asegura reduciría el subsidio que mantiene el Gobierno al sector, Félix Almonte Jiménez, reitera que las deficiencias son de carácter gerencial y de aplicación de políticas correctas.
“El Gobierno debe preparar las autopistas eléctricas, ya que más del 50 por ciento de la energía se pierde en el camino, se deben implementar métodos para que las personas paguen por el servicio”, sugirió.
Almonte Jiménez, quien lleva 6 años estudiando el tema eléctrico dominicano, aseguró que la solución definitiva al problema seriaría acoger la propuesta de la empresa italiana ( TECNICA ), que consiste en la producción de energía y combustibles en base al reciclaje de desechos solidos.
Los debates sobre la solución al problema energético del país y la contaminación al medio ambiente, tuvieron lugar después de que el presidente Danilo Medina anunció al país en 2013, que sometería al Congreso Nacional un anteproyecto de ley para comprar dos plantas a carbón de 769,8 megavatios, que enfrentaría el déficit de electricidad en República Dominicana.